La figura del deshollinador de chimeneas
25 de Febrero de 2016

Aunque a muchas personas las palabras deshollinador de chimeneas les suenen a película antigua de Navidad, la realidad es que hay profesionales que se dedican a esta actividad. La modernización ha llegado a la misma y al haber también un menor número de chimeneas han tenido que diversificar su labor en otros ámbitos relacionados con su trabajo tradicional.

Empresas de deshollinadores como Molist Germans, con sede en Centelles (Barcelona) añaden a la limpieza de chimeneas otras labores entre las que se incluyen la limpieza de campanas extractoras de cualquier cocina o de extractores industriales así como a la limpieza industrial en general. Todo ello con la mayor calidad como referencia, en la búsqueda de un servicio seguro y que deje nuevas y relucientes las chimeneas y campanas limpiadas para que el cliente pueda encenderlas y tengan el máximo de su actividad posible en todo momento.

Un deshollinador de chimeneas proviene de un linaje antiguo, especialmente en zonas como el Pirineo catalán, donde tener una chimenea funcionando en invierno era fundamental para poder sobrevivir a las nevadas y las bajas temperaturas, especialmente cuando se cerraban los caminos. Sin embargo, los nuevos tiempos también han llegado a esta figura tradicional, modernizando los métodos para una mayor seguridad y limpieza, que no deje restos en los lugares donde se trabaja. Los productos también son ahora mucho más modernos, logrando en menos tiempo y dinero lo que antes costaba muchas más horas de trabajo físico. Contar con un deshollinador es apostar por la unión entre tradición, modernidad y el mejor servicio posible. 

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